INTRODUCCIÓN

El siguiente blog tiene para ampliar sus conocimientos acerca de la reproducción en los organismos. Para esto es basico primero que todo que la reproducción es un proceso biológico que permite la creación de nuevos organismos, siendo una característica común de todas las formas de vida conocidas. Las dos modalidades básicas se agrupan en dos tipos, que reciben los nombres de asexual o vegetativa y de sexual o generativa.
Y lo dividiremos en subtemas los cuales permitiran que el adquirir el conocimiento se nos haga mas facil. Espero que les sea de gran ayuda.

TIPOS DE REPRODUCCIÓN


El proceso de la replicación de los seres vivos, llamado reproducción, es su característica más importante. Crea organismos nuevos, que pueden reemplazar a los que se hayan dañado o muerto. Existen dos tipos básicos:
Reproducción asexual: En el proceso de replicación sólo interviene un organismo, que genera organismos nuevos que poseen copias idénticas de su material genético.
Reproducción sexual: En esta variante, en la replicación participan dos individuos, que generan un nuevo organismo que es diferente a ambos, pero que posee parte del material genético de cada progenitor.

Reproducción asexual
En la reproducción asexual un solo organismo es capaz de originar otros individuos nuevos, que son copias del mismo desde el punto de vista genético. Un claro ejemplo de reproducción asexual es la división de las
bacterias en dos células hijas, que son genéticamente idénticas. En general, es la formación de un nuevo individuo a partir de células paternas, sin que exista meiosis, formación de gametos o fecundación. No hay, por lo tanto, intercambio de material genético (ADN).el ser vivo progenitado respeta las características y cualidades de sus progenitores. Existen algunos ejemplos como la bacteria scherichia coli, las amebas y la euglena. En esta reproducción las únicas células que participan son las haploides.
Reproducción sexual
La reproducción sexual requiere la intervención de dos individuos, siendo de
sexos diferentes. Los descendientes producidos como resultado de este proceso biológico, serán fruto de la combinación del ADN de ambos progenitores y, por tanto, serán genéticamente distintos a ellos. Esta forma de reproducción es la más frecuente en los organismos complejos, como en el caso de la especie humana. En esta reproducción participan dos células haploides y las demás son diploides.

MITOSIS Y MEIOSIS


La mitosis es el tipo de división celular por el cual se conservan los orgánulos y la información genética contenida en sus cromosomas, que pasa de esta manera a las células hijas resultantes de la mitosis. La mitosis es igualmente un verdadero proceso de multiplicación celular que participa en el desarrollo, el crecimiento y la regeneración del organismo. Este proceso tiene lugar por medio de una serie de operaciones sucesivas que se desarrollan de una manera continua, y que para facilitar su estudio han sido separadas en varias etapas.

El resultado esencial de la mitosis es la continuidad de la información hereditaria de la célula madre en cada una de las dos células hijas. El genoma se compone de una determinada cantidad de genes organizados en cromosomas, hebras de ADN muy enrolladas que contienen la información genética vital para la célula y el organismo. Dado que cada célula debe contener completa la información genética propia de su especie, la célula madre debe hacer una copia de cada cromosoma antes de la mitosis, de forma que las dos células hijas reciban completa la información. Esto ocurre durante la fase S de la interfase, el período que alterna con la mitosis en el ciclo celular y en el que la célula entre otras cosas se prepara para dividirse.[]
Tras la duplicación del ADN, cada cromosoma consistirá en dos copias idénticas de la misma hebra de ADN, llamadas
cromátidas hermanas, unidas entre sí por una región del cromosoma llamada centrómero.Cada cromátida hermana no se considera en esa situación un cromosoma en sí mismo, sino parte de un cromosoma que provisionalmente consta de dos cromátidas.
En
animales y plantas, pero no siempre en hongos o protistas, la envoltura nuclear que separa el ADN del citoplasma se desintegra, desapareciendo la frontera que separaba el contenido nuclear del citoplasma. Los cromosomas se ordenan en el plano ecuatorial de la célula, perpendicular a un eje definido por un huso acromático. Éste es una estructura citoesquelética compleja, de forma ahusada, constituido por fibras que son filamentos de microtúbulos. Las fibras del huso dirigen el reparto de las cromátidas hermanas, una vez producida su separación, hacia los extremos del huso. Por convenio científico, a partir de este momento cada cromátida hermana sí se considera un cromosoma completo, y empezamos a hablar de cromosomas hermanos para referirnos a las estructuras idénticas que hasta ese momento llamábamos cromátidas. Como la célula se alarga, las fibras del huso “tiran” por el centrómero a los cromosomas hermanos dirigiéndolos cada uno a uno de los polos de la célula. En las mitosis más comunes, llamadas abiertas, la envoltura nuclear se deshace al principio de la mitosis y se forman dos envolturas nuevas sobre los dos grupos cromosómicos al acabar. En las mitosis cerradas, que ocurren por ejemplo en levaduras, todo el reparto ocurre dentro del núcleo, que finalmente se estrangula para formar dos núcleos separados.
Se llama cariocinesis a la formación de los dos núcleos con que concluye habitualmente la mitosis. Es posible, y ocurre en ciertos casos, que el reparto mitótico se produzca sin cariocinesis (
endomitosis) dando lugar a un núcleo con el material hereditario duplicado (doble número de cromosomas).
La mitosis se completa casi siempre con la llamada
citocinesis o división del citoplasma. En las células animales la citocinesis se realiza por estrangulación: la célula se va estrechando por el centro hasta que al final se separa en dos. En las células de las plantas se realiza por tabicación, es decir, las células hijas “construyen” una nueva región de pared celular que dividirá la una de la otra dejando puentes de citoplasma (plasmodesmos). Al final, la célula madre se parte por la mitad, dando lugar a dos células hijas, cada una con una copia equivalente y completa del genoma original.
Cabe señalar que las células
procariotas experimentan un proceso similar a la mitosis llamado fisión binaria. No se puede considerar que las células procariotas experimenten mitosis, dado que carecen de núcleo y únicamente tienen un cromosoma sin centrómero.
Por su parte la reproducción sexual, meiosis, se caracteriza por la fusión de dos células sexuales
haploides para formar un cigoto diploide, por lo que se deduce, en un ciclo vital sexual, debe ocurrir la meiosis antes de que los gametos puedan reproducirse.
En animales y otros pocos organismos la meiosis precede de manera inmediata a la formación de
gametos. Las células del cuerpo somáticas de un organismo individual se multiplican por mitosis y son diploides; las únicas células haploides son los gametos. Estos se forman cuando algunas células de la línea germinativa experimentan la meiosis. La formación de gametos recibe el nombre de gametogénesis. La gametogenesis masculina denominada espermatogénesis da por resultado la formación de cuatro espermatozoides haploides por cada célula que entra en la meiosis. En contraste, la gametogenesis femenina llamada ovogénesis genera un solo ovulo por cada celular que entra en la meiosis, esto se realiza por un proceso que asigna virtualmente todo el citoplasma a uno solo de dos núcleos en cada división meiótica. Al final de la primera división meiótica se retiene un núcleo; el otro, llamado primer cuerpo polar, se excluye de la célula y por último degenera. De modo general, al final de la segunda división un núcleo se convierte en el segundo cuerpo polar y el otro núcleo sobrevive. De esta forma, un núcleo haploide pasa a ser el receptor de la mayor parte del citoplasma y los nutrimentos acumulados de la célula meiótica original.
Sin embargo, aunque la meiosis se realiza en algún punto de los ciclos vitales sexuales, no siempre precede directamente a la formación de gametos. Muchos eucariontes sencillos (incluso algunos
hongos y algas) permanecen haploide (sus células se dividen por mitosis) la mayor parte de su vida, y los individuos pueden ser unicelulares o pluricelulares.
Dos
gametos haploide (producidos por mitosis) se fusionan para formar un cigoto diploide, el cual experimenta la meiosis para volver al estado haploide.
Los ciclos vitales más complejos se encuentran en vegetales y algunas algas. Estos ciclos vitales, que se caracterizan por alternancia de generaciones, consisten en una etapa diploide multicelular, denominada generación esporófita, y una etapa haploide multicelular, a la que se llama generación gametófita. Las células esporofitas dipliodes experimentan la meiosis para formar esporas haploides , cada una de las cuales se divide en forma mitótica para producir un gametofito haploide multicelular. Los gametofitos producen gametos por mitosis. Los gametos femeninos y masculinos (
óvulo y espermatozoides) se fusionan entonces para formar un cigoto diploide, el cual se divide de manera mitótica para producir un esporofito diploide multicelular.

¿CÓMO SE REPRODUCEN LAS PLANTAS SIN FLORES?



Ciertos vegetales se multiplican naturalmente, sin pasar por la reproducción sexuada. En ellas, un nuevo individuo se forma a partir de un órgano de la planta "madre". Esta reproducción se hace de diversas formas:
La multiplicación por estolones. En el caso de la fresa, por ejemplo. Hay formación de tallos aéreos rastreros. Por varias partes se forman yemas y raíces que son el punto de partida de nuevas plantas.
La multiplicación por tubérculos. Por ejemplo, la patata. Tallos subterráneos hinchados por las reservas, permiten obtener una nueva planta por desarrollo de yemas.
La multiplicación por rizomas. Son tallos subterráneos que pueden echar raíces y crear una nueva planta.La multiplicación por bulbillos. Es el caso del ajo. Los bulbos secundarios, formados sobre el costado del bulbo, son capaces de desprenderse de éste y luego echar raíces para desarrollarse en una nueva planta.

¿CÓMO SE REPRODUCEN LAS PLANTAS CON FLOR?


Reproducción de las plantas con flores. Para que una planta de este grupo se reproduzca, tienen que ocurrir tres fases o procesos.
1ª fase: La polinización: La polinización es el transporte del polen desde unas flores hasta otras, dispersándose por el aire. Cuando estos granos de polen se unen con los óvulos de una flor, pueden nacer nuevas plantas.Cada especie florece en distintas épocas. Eso significa que en esos momentos están listas para reproducirse. Algunas lo hacen una o dos veces al año, como los almendros o los rosales. Otras florecen una sola vez en su vida.Cuando la flor está en plena madurez, las anteras de sus estambres producen granos de polen que son los gametos masculinos. Estos granos de polen son diminutos y se transportan fácilmente hasta el pistilo de otra flor con la ayuda del viento o de insectos, como abejas o mariposas. Incluso algunas aves, como el colibrí, favorecen la polinización.Los insectos se sienten atraídos por los olores y colores de las flores. Se acercan a ellas para libar el néctar de las flores, que es una sustancia dulce que ellas segregan y de la que se alimentan muchos insectos. Mientras están sobre la flor, las patas, alas y todo el cuerpo del insecto se queda impregnado de granos de polen. Después, cuando inmediatamente el insecto se traslade a otra flor, esos granos de polen irán con él y podrán llegar al pistilo de otra flor. El polen también puede entrar en el pistilo de la misma flor de donde salió, pero muchas plantas tienen mecanismos para evitar esto, porque así consiguen una reproducción de mayor calidad.
2ª fase: La fecundación.Una vez que un grano de polen cae sobre el estigma (abertura que tiene el pistilo), le crece un largo tubito que se juntará con el óvulo y dará lugar a una célula nueva llamada cigoto.Esta célula nueva será el origen de la nueva planta. Irá dividiéndose y creciendo. Se rodea de sustancias nutritivas que le servirán de alimento mientras crezca y de un tejido más duro que le protege. Todo esto es lo que llamamos semilla.
3ª fase: la germinación:El ovario irá engrosándose y se transformará, poco a poco, en fruto. El fruto tiene sustancias nutritivas que ayudarán a la formación de la semilla y, además, le protegerán. Cuando el fruto está maduro cae al suelo, enterrándose o siendo arrastrado por el agua de lluvia. Otras veces el fruto lo comen los animales. Algunas plantas necesitan que sus semillas sean digeridas por animales y caen dispersas por el suelo con los excrementos, sin sufrir ningún daño. Otras plantas desarrollan métodos muy curiosos para que sus semillas se transporten y se dispersen; por ejemplo, la familia del diente de león, el cardo o la alcachofa, tienen su semilla rodeada de un vilano formado por unos pelitos blancos muy finos que el viento transporta lejos con mucha facilidad. Otras semillas están rodeadas de púas o de sustancias pegajosas para quedarse pegadas al pelo de animales o plumas de aves, siendo así transportadas por ellos y posibilitando que nuevas plantas iguales crezcan en lugares distintos.La dureza de la semilla le permitirá sobrevivir y esperar con paciencia a que existan unas buenas condiciones de humedad y de temperatura para germinar. Decimos que la semilla germina cuando se abre y le brotan pequeñas raíces que se agarrarán a la tierra, dando origen de esta manera a la nueva planta.

REPRODUCCIÓN EN LOS ANIMALES




La
reproducción junto con la nutrición y relación constituyen funciones íntimamente ligadas al concepto de ser vivo. Para que las especie se perpetúen es necesario que se formen nuevos individuos. La reproducción permite la subsistencia de la especie a través del tiempo mientras que la nutrición y funciones de relación la subsistencia del individuo.
En muchas
plantas y animales, inferiores la reproducción tiene lugar a partir de un solo individuo, mediante diferentes mecanismos, es la reproducción asexual.
En los seres superiores se precisa la colaboración de dos individuos pertenecientes a diferentes sexos, uno masculino y otro femenino. Este tipo de reproducción implica la participación de
células especiales denominados gametos generados por cada individuo. Este tipo toma el nombre de reproducción sexual.
Cuando un individuo presenta ambos órganos reproductores (masculino y femenino), se dice que es monoico (hermafrodita), pero si cada individuo tiene un solo tipo de órgano reproductor, se dice que es dioico.

REPRODUCCIÓN EN VERTEBRADOS E INVERTEBRADOS


REPRODUCCIÓN EN INVERTEBRADOS.
a. Celentéreos.
En hydras la reproducción asexual es mediante gemación, sexualmente son organismos hermafroditas con fecundación interna y cruzada. En malaguas existe la metagénesis (alternancia de generaciones sexuales y asexual es), la reproducción asexual es por estrobilación, en la cual el estadío pólipo o sésil sufre segmentaciones transversales originando nuevos individuos que representan el estadío medusa, el cual es móvil debido a la presencia de tentáculos. Las medusas son dioicos (con
sexo separado), las cuales presenta gónadas simples sin conductos sexuales; la fecundación es externa y el huevo o cigote formado en el agua se desarrolla, originando una larva llamada plánula, la cual se adhiere a las rocas y origina un estadío de pólipo, reiniciándose el ciclo reproductivo.
b. Plathelmintos.
La reproducción asexual en las tenias es por estrobilación, el estróbilo se alarga y divide formando los proglótides. Sexual mente los proglótides son hermafroditas (poseen ovario y testículo). En los proglótides jóvenes, los testículos son funcionales, y en los maduros, son
activos los ovarios. Poseen autofecundación, formándose huevos que son liberados cuando se desprenden los proglótides.
En las planarias la reproducción asexual es por fragmentación corporal y posterior regeneración.
Sexualmente son hermafroditas con inseminación reciproca para lo cual poseen un órgano copulador llamado pene.
c. Nemátodos.
En los nematelmintos, la reproducción es exclusivamente sexual y los sexos están separados. Presentan dimorfismo sexual, los machos suelen ser más pequeños que las hembras. Después de la fecundación, el huevo se recubre de una cáscara. Una hembra grande, puede poner 20000 huevos en un sólo día, por eso no es sorprendente que estén infectadas en áreas rurales un gran número de personas. Se contrae Ascaris lumbricoides al tragar huevos, normalmente desarrollados en el
suelo, sobre la vegetación contaminada con agua residuales.
d. Anélidos.
Sexualmente los anélidos oligoquetos como la lombriz de tierra son hermafroditas insuficientes, con testículo y ovario a la vez, en diferentes segmentos corporales.
Durante el apareamiento y cópula que ocurre durante las noches cálidas y húmedas, la inseminación es recíproca, para lo cual ambos individuos hermafroditas, dilatan su clitelio y se envuelven en un capullo; posteriormente ambos individuos se separan y salen de su capullo dejando en su interior los óvulos fecundados que se desarrollarán en el interior hasta formar individuos jóvenes; este capullo toma el nombre de ooteca o cocones
e. Artrópodos.
Carecen de reproducción asexual. Poseen dimorfismo sexual. En los insectos el macho posee 2 testículos, un órgano copulador llamado edeago y en algunos casos,
estructuras para la sujeción de la hembra.
En la hembra existen 2 ovarios, oviducto, vagina y una espermateca para el
almacenamiento de espermatozoides.
Luego de la cópula los espermatozoides fecundan los ovocitos y se forman huevos. El
desarrollo posterior implica varias etapas (metamorfosis) hasta el adulto, en algunos insectos.
f. Moluscos.
Carecen de reproducción asexual. Los cefalópodos (pulpos y calamares) y pelecípodos (choros, conchas de abanico) son dioicos. Es característica de los cefalópodos la formación de un espermatóforo que es colocado por el macho en la vagina de la hembra para su fecundación interna. En pelecípodos, la fecundación es externa.
Los moluscos gasterópodos son hermafroditas insuficientes, es decir se necesita un par de organismos para realizar el acto sexual (con cópula); estos hermafroditas además son protándricos, es decir, la gónada (ovotestes) produce espermatozoides en los jóvenes, y óvulos en los adultos.
Durante la cópula ocurre una inseminación recíproca y los espermatozoides son almacenados por cada caracol en una espermateca con la cual posteriormente fecundan sus ovocitos, es decir, son ovíparos.


REPRODUCCIÓN EN VERTEBRADOS.
a. Peces.
La gran mayoría de
peces son dioicos con fecundación externa y desarrollo externo de los huevos y del embrión (ovíparos).
La mayoría de los peces desovan en determinadas momentos y estaciones. En algunos condrictios hay sexos separados, gónadas pares; los conductores de las gónadas se abren en la cloaca, la fecundación es interna.
Los conductos de Wolff llevan el esperma procedente de las gónadas del macho, que utiliza un oviducto conduce los óvulos desde el ovario. Los huevos fecundados son incubados en el ovisaco.
b. Anfibios.

Los machos presentan dos testículos con sus respectivos conductos deferentes que desembocan, en los conductos mesonéfricos de función urogenital, es decir actúan como conductos urinarios (transportan orina) y como conductos seminales (transportan espermatozoides) que desembocan en la cloaca. El órgano de Bidder está presente en Anuros.
Las hembras presentan dos ovarios y dos oviductos largos y contorneados que desembocan en la cloaca. Las paredes internas de los oviductos producen la envoltura gelatinosa de los óvulos. Son ovíparos.
Debido a que los sapos y las ranas son ectotérmicos, se reproducen sólo durante las épocas más cálidas del año.
En la primavera los machos croan para llamar a sus hembras. Cuando sus huevos están maduros, las hembras entran en el agua y son sujetadas por los machos en un proceso que se denomina amplexo, que estimula para que la hembra libere sus huevos, el macho descarga ell1uido seminal que contiene espermatozoides sobre los huevos y de esta forma, los fecunda (fecundación externa).
c. Reptiles.
Los machos presentan dos testículos con sus respectivos conductos deferentes que desembocan en el urodeo de la cloaca. Las serpientes y saurios machos poseen un par de hemipenes, que son estructuras musculares que emergen de las cloacas.
Los cocodrilos y quelonios poseen pene constituido por una masa muscular un canalículo central (carecen de uretra). Ambos tipos de órganos copuladores permiten el paso de espermatozoides.
Las hembras poseen dos ovarios y dos oviductos que también desembocan en el urodeo de la cloaca. A nivel de los oviductos donde se lleva a cabo la fecundación existen engrosamientos glandulares encargados de la formación de las envolturas accesorias del huevo (albúmina ó clara, envoltura membranosa y cáscara calcárea).
En la mayoría, los huevos fecundados y con cáscara son llevados al exterior para su incubación (ovíparos). Algunas serpientes incuban sus huevos en el interior del oviducto, donde eclosionan, liberando las crías (ovovivíparos).
Los cocodrilos son ovíparos. Generalmente ponen de 20 a 25 huevos, custodiados por la hembra, que, cuando oye las voces de los jóvenes en el momento de la eclosión, responde abriendo el nido para permitirles escapar. Se conoce que en tortugas y cocodrilos la
temperatura ambiental influye en la determinación del sexo.
d. Aves.
Los sexos son separados. Presentan dos testículos, con los conductos deferentes que desembocan en la cloaca. Las hembras sólo presentan un ovario y oviducto izquierdo.
Antes de la descarga, el esperma es almacenado en la vesícula seminal (extremo dilatado del vaso deferente).
Los testículos de las
aves presentan gran desarrollo en la estación de cría, que pueden aumentar su tamaño hasta 300 veces. Los patos y gansos presentan pene. En las otras aves, se da la aposición cloacal.
Los huevos son expulsados del ovario hasta el ostium (extremo expandido del oviducto). La fecundación tiene lugar en la porción superior del oviducto).
e. Mamíferos.
Son dioicos (sexos separados), órganos reproductores como pene, testiculos (generalmente dentro de un escroto), ovarios, oviductos y vagina.
Fecundación interna. Los huevos se desarrolla en un útero con unión placentaria (excepto en los monotremas). Presentan membranas fetales (amnios, corión, alantoides). Presentan:
· Prototerios.- Los monotremas son ovíparos. Los huevos son transportados dentro de un saco abdominal (equidna) o incubados en un nido (ornitorrinco). El útero está conectado a la cloaca por un conducto urogenital.
· Metaterios.- Las crías nacen vivas (pero en
estado fetal) y se dirigen a una bolsa (marsupio) que encierra a los pezones de donde se nutre. Es un proceso de adaptación frente a la inexistencia de placenta. Ejemplo: El canguro, zarigüeya, koala.Euterios.- La fecundación se realiza en los oviductos (trompas). El embrión madura en el útero. La placenta es un órgano que permite el intercambio de materiales feto-madre, pero no hay mezcla de sangre.

REPRODUCCIÓN EN MAMÍFEROS


Un componente fundamental de la evolución, del comportamiento, y de la historia de los mamíferos está basado en la dedicación que las hembras ponen en el cuidado de su descendencia, comenzando ésta incluso antes de que los huevos se fertilicen.
Todas las hembras experimentan una cierta forma de
ciclo estral en la cual los huevos deben prepararse y estar listos para una potencial fertilización. Las hormonas regulan cambios en varios aspectos de la fisiología femenina a través del ciclo y preparan a la hembra para la fertilización, la gestación y la lactancia.
En este variopinto grupo
animal, pueden observarse muchas estrategias reproductivas, y los patrones que vamos a ver a continuación son los extremos de una serie continua que abarca esta variación.
Los factores ambientales, así como los requerimientos fisiológicos y sociales contribuyen al patrón de la reproducción encontrado en cualquier
población o especie. Las diferencias en estos factores entre especies han conducido a la diversidad de los rasgos entre mamíferos y sus formas de vida.
Apareamiento y comportamiento social
La relacion entre individuos de ambos sexos con fines reproductivos conocen varias situaciones en las especies mamíferas:
Poliginia. Es la más frecuente entre estos animales y consiste en el apareamiento de un solo macho con distintas hembras en una misma estación reproductiva. Este panorama da lugar a una intensa competición entre los machos en muchas de las especies, exhibiendo el potencial necesario para que las hembras los elijan para engendrar su descendencia. Así, se aprovechará mejor el potencial genético de los machos dominantes, mejor preparados para afrontar los desafíos de la vida, pudiendo engendrar el mayor número de crías posible, que, por otra parte estarán supuestamente mejor dotadas genéticamente, mientras que las hembras pueden dedicar el esfuerzo a la gestación y lactancia de la prole. El inconveniente es que muchos machos no tendrán descendencia alguna a lo largo de su vida.
Promiscuidad. Tanto machos como hembras se aparean con múltiples individuos del otro sexo a lo largo de la estación de cría. No es muy frecuente y se da entre algunas especies de primates, entre ellos algunos homínidos.
Monogamia. Consiste en el emparejamiento de un macho y una hembra que durará al menos toda la estación reproductiva. No es muy frecuente entre los mamíferos, estimándose en alrededor de un 3% de todas las especies. Algunas de ellas como la orca parecen mostrar este comportamiento.
Poliandria. Consiste en que una sola hembra es la que se aparea con todos los machos de la colonia. Este tipo de relación social es el que manifiestan los insectos coloniales y entre los mamíferos ha sido observado en las ratas-topo desnudas. La hembra reproductiva actúa de reina y se aparea con todos los machos de la colonia impidiendo la reproducción del resto de las hembras que se ocuparán sin embargo del cuidado de sus crías.
Como consecuencia de los esfuerzos que machos y hembras han de padecer para llegar a reproducirse, muchos mamíferos tienen comportamientos complejos y morfologías asociadas a la reproducción. Por ejemplo la mayor parte de las especies presentan un marcado
dimorfismo sexual con machos de mayor envergadura, fruto de la selección natural conseguida por la presión que supone la competencia física a la que éstos se ven sometidos para tener acceso a las hembras.
La reproducción de muchas especies tiene carácter estacional, siendo influenciada ésta por estímulos ambientales tales como la duración de las horas de
luz solar, los recursos alimenticios o la temperatura ambiental, que dictan cuando debe tener lugar el apareamiento. A menudo, los sistemas de acoplamiento pueden variar dentro de cada especie dependiendo de las condiciones ambientales locales. Por ejemplo, cuando los recursos son bajos, copulan con una sola hembra y ayudan al cuidado de la prole, mientras que cuando éstos son abundantes, la madre puede cuidar sola de sus crías mientras que los machos procurarán engendrar descendencia con múltiples hembras.
Desarrollo embrionario
Hay tres grupos importantes de mamíferos, cada uno de los cuales está representado por una característica importante del desarrollo embrionario:
Los monotremas (
Prototheria) ponen huevos, que es la condición reproductiva más primitiva de los mamíferos.
Los marsupiales (
Metatheria) los embriones nacen en una fase muy precoz de desarrollo, después de un período muy corto de la gestación (8 a 43 días) con un ínfimo grado de desarrollo. Se alojan en el marsupio donde permanecen estrechamente unidos a los pezones hasta completar su desarrollo, y los periodos de lactancia son proporcionalmente muy superiores a los de los placentarios.
La gestación dura mucho más de largo en los mamíferos placentarios (Eutheria). Durante este periodo, los jóvenes están vinculados recíprocamente con su madre a través de una placenta, un órgano complejo que conecta el embrión con el útero.
Una vez que han nacido, todos los mamíferos dependen de sus
madres para alimentarse, pues sólo ellas pueden proporcionarles su primer alimento: la leche.
Existen además diversas fórmulas en las que el embrión no comienza su desarrollo inmediatamente después de la
cópula: Algunas hembras almacenan el esperma hasta que las condiciones son favorables para que comience la fertilización, produciéndose ésta en ese momento. En otras, los huevos son fecundados poco después de la cópula, pero la implantación del embrión no tiene lugar hasta que las condiciones son satisfactorias. Este proceso se conoce como implantación diferida. Por último, una tercera forma de gestación no inmediata es el desarrollo diferido, en el cual el desarrollo del embrión ya implantado puede retrasarse durante un cierto tiempo.
La reproducción estacional y los mecanismos de gestación no inmediata a la cópula son estrategias reproductivas que ayudan a mamíferos a coordinar el nacimiento de la descendencia para que ésta tenga lugar en los momentos en los que puedan aumentar las ocasiones de su
supervivencia.
Los procesos reproductivos comienzan con la
ovogénesis y espermatogénesis, que son las fases de producción de las células sexuales o gametos femenino (óvulo) y masculino (espermatozoide).
En el
folículo ovárico se forma el óvulo que a medida que va creciendo y madurando migra hasta el exterior del ovario para recorrer el tracto reproductivo de la hembra hasta el lugar donde se produce la fecundación o unión del óvulo con el espermatozoide que puede ser en la vagina o el útero dependiendo de la especie. Una vez formado el huevo o cigoto, comienza la reproducción celular, diferenciándose las tres capas que describen a los amniotas: corion, amnios y alantoides, que irán también evolucionando a medida que se reproducen sus células, especializándose en determinadas funciones que darán lugar al desarrollo del nuevo individuo.
Prolificidad y cuidado de las descendencias
Algunos mamíferos dan a luz muchas crías escasamente desarrolladas en cada estación reproductiva. A pesar de este estado relativamente subdesarrollado, los jóvenes tienden a alcanzar la
madurez relativamente pronto, pudiendo reproducirse sin haber alcanzado el tamaño o el aspecto de individuos maduros. Normalmente esto va relacionado con altos índices de mortalidad y baja esperanza de vida como ocurre con los roedores o los antiguos insectívoros.
En el otro extremo del espectro de la historia de la vida, otras especies dan a luz un escaso número de individuos en cada
parto. Estas especies tienden a vivir en ambientes estables donde la competición por los recursos es el único obstáculo para la supervivencia y el éxito reproductivo. La estrategia de estas especies es invertir energía y algunos recursos en conseguir descendientes altamente desarrollados que consigan ser buenos competidores. Los cetáceos, los primates y los artiodáctilos son ejemplos de las órdenes que siguen este patrón general.
Todas las crías de mamíferos tienen que alimentarse de
leche durante un cierto tiempo al inicio de su vida, y este alimento sólo puede proporcionárselo su madre, por lo que la vinculación existente entre madre e hijo es imprescindible para que las crías puedan comenzar el desarrollo extrauterino. La leche es un líquido orgánico producido por las glándulas mamarias, rica en grasas, hidratos de carbono, proteínas, y los minerales necesarios para el crecimiento de los recién nacidos.
La lactancia puede suponer un desgaste energético para la madre superior al de la
gestación, pero la leche es imprescindible para que las crías, una vez fuera del útero materno puedan mantener su temperatura corporal, y crezcan y se desarrollen adecuadamente. Pero no sólo tienen que alimentarlas, las hembras tienen que proteger a sus crías de los depredadores, y éstas a su vez tienen que aprender de sus madres los mecanismos que les permitirán seguir con vida, por lo que en muchas especies, la descendencia permanece con la madre después de la lactancia durante un cierto periodo de tiempo.
Por regla general, los
machos dedican más esfuerzo a la difusión de su material genético que a la protección y cuidado de la descendencia. Y esto es más frecuente cuanto menos estable sea la relación entre el macho y la hembra. Así, aquellas especies que establecen relaciones monogámicas son las que manifiestan mayor interés de los machos por la protección de la descendencia.
En otras ocasiones, el macho participa en la protección de la descendencia de forma indirecta, dedicándose a la protección del territorio que ocupa la manada o la preservación de los recursos alimenticios.
No obstante, en ciertos casos, el comportamiento de los machos en relación a este asunto, varía en función de las condiciones ambientales, responsables directas de la disponibilidad alimenticia.
Independientemente del tipo de
apareamiento, algunas especies como titíes o leones africanos, comparten el cuidado de la descendencia de todas las hembras del grupo.
La mayoría de los mamíferos hacen uso una guarida o una
jerarquía social para la protección de sus jóvenes. Otros, sin embargo, nacen bien desarrollados y pueden valerse por sí mismos relativamente poco tiempo después del nacimiento. Los más notables de este respeto son los artiodáctilos tales como ñúes o jirafas. Los jóvenes cetáceos deben también ser capaces de nadar por sí mismos poco después del nacimiento.
Exactamente igual que asistimos a grandes diferencias en cuanto a tamaño, forma o comportamiento de las distintas especies, también la esperanza de vida de estos animales varía enormemente de unas especies a otras.
Por norma general, puede asegurarse que cuanta menos
envergadura tiene un mamífero, menor es su esperanza de vida. Sin embargo, los murciélagos constituyen la excepción que confirma esta regla, pues aun siendo relativamente pequeños, pueden vivir en condiciones naturales incluso más de dos décadas, lo que es bastante más tiempo que el que viven muchas especies de mayor tamaño.
Como norma general, los animales en
cautividad suelen vivir más tiempo que los salvajes, algo que resulta evidente teniendo en cuenta que sus condiciones de vida están controladas para que les resulten favorables.

ENFERMEDADES Y CUIDADOS DEL SISTEMA REPRODUCTOR

Se denomina cáncer de próstata al que se desarrolla en uno de los órganos glandulares del sistema reproductor masculino llamado próstata. El cáncer se produce cuando algunas células prostáticas mutan y comienzan a multiplicarse descontroladamente. Éstas también podrían propagarse desde la próstata a otras partes del cuerpo, especialmente los huesos y los ganglios linfáticos originando una metástasis.Esta afección puede causar dolor, micción dificultosa, disfunción eréctil, entre otros síntomas.
La enfermedad se desarrolla más frecuentemente en individuos mayores de 50 años. Es el segundo tipo de cáncer más común en hombres. Sin embargo, muchos hombres que desarrollan cáncer de próstata nunca tienen
síntomas, ni son sometidos a terapia. Diversos factores, incluyendo la genética y la dieta, han sido implicados en su desarrollo, pero hasta la fecha (2005), las modalidades de prevención primaria conocidas son insuficientes para eliminar el riesgo de contraer la enfermedad.
La detección se lleva a cabo principalmente por la prueba en sangre del
antígeno prostático específico, llamado PSA (acrónimo inglés de prostate-specific antigen) o por exploración física de la glándula prostática (tacto rectal). Los resultados sospechosos típicamente dan lugar a la posterior extracción de una muestra tisular de la próstata (biopsia), que es examinada en microscopio.
El tratamiento puede incluir
cirugía, radioterapia, hormonoterapia, quimioterapia, o bien una combinación de todas. La edad y el estado de salud general del afectado, tanto como el alcance de la diseminación, la apariencia de los tejidos examinados al microscopio y la respuesta del cáncer al tratamiento inicial, son vitales en la determinación del resultado terapéutico. Debido a que el cáncer de próstata es una enfermedad que afecta preferentemente a hombres mayores, muchos de ellos morirán por otras causas antes de que el cáncer pueda propagarse o causar síntomas.